Delcy Rodríguez Gómez

28.feb.2014 / 02:30 pm / Haga un comentario

Por: Bill Fletcher Jr.

Publicado en: New Pittsburg Courrier y The Washington Informer

Ya sea bajo la administración de Bush o la de Obama, Estados Unidos parece estar decidido a desestabilizar el gobierno de Venezuela. El establishment político estadounidense, incluyendo a estas dos administraciones, regularmente provoca al gobierno venezolano, realiza falsas acusaciones y demuestra su apoyo a las fuerzas de oposición en Venezuela independientemente de las estrategias y tácticas que persigue la oposición. ¡Es suficiente! Esto debe terminar.

Los enfrentamientos actuales en Venezuela entre las fuerzas progubernamentales y antigubernamentales deben ser un asunto interno del pueblo venezolano. La clase dirigente política de EE.UU., incluyendo pero no limitado a la administración de Obama, insiste en caricaturizar la administración del presidente venezolano Nicolás Maduro, a quien retrata como autoritario. Sin embargo, hablamos de un gobierno elegido democráticamente en un país amargamente dividido. El gobierno de Obama debería saber un poco acerca de países profundamente divididos, y sobre los que insisten en mencionar la ilegitimidad de un presidente elegido democráticamente.

El gobierno de Obama continúa pescando en río revuelto cuando se trata de América Latina. En 2009, mientras que en un primer momento verbalmente se opuso al golpe de Estado en Honduras, socavó todos los esfuerzos para que el presidente legítimo regresara. En cuanto a Venezuela, a pesar de los intereses del difunto presidente Hugo Chávez en una mejor relación entre Venezuela y EE.UU., el gobierno de Obama ha parecido estar más preocupado por proyectar una cara agresiva. Las provocaciones retóricas, así como la hostilidad de EE.UU. hacia varios de los principales aliados de Venezuela en la región, han llevado a Obama obtener con éxito la derrota de las fauces de la victoria en América Latina.

Esto nos lleva al día de hoy. La oposición, una vez más, parece decidida a provocar y arrastrar al gobierno de Maduro a tomar una acción que hará que la oposición parezca como las víctimas. Los principales medios de comunicación estadounidenses y la clase política están cooperando en este esfuerzo. A pesar del hecho de que el gobierno de Maduro goza de apoyo popular, los políticos estadounidenses están sentando las bases de relaciones públicas para un cambio de régimen. Quienes estén interesados en la paz y la justicia simplemente no deben permitir que esto suceda.

El primer paso es negarse a guardar silencio. Esto significa que tenemos que tomar medidas concretas, entre ellas escribir a la Casa Blanca y dejar claro que nos oponemos a la interferencia de EE.UU. en Venezuela, enviar “cartas al editor” a los medios de comunicación locales para transmitir el mismo punto, y hacer que las organizaciones a las que pertenecemos adopten acuerdos que se envíen a la Casa Blanca para expresar descontento con la forma en que este gobierno está llevando su relación con Venezuela. La conclusión es que el silencio y la pasividad ante las provocaciones estadounidenses simplemente no pueden ser opciones.

**Bill Fletcher Jr.es un activista y escritor de la justicia racial, sindical y justicia global. Académico e investigador del Institute for Policy Studies (Instituto para Estudios Políticos) y autor de “They’re Bankrupting Us – And Twenty Other Myths about Unions” (Nos están llevando a la quiebra y otros 20 mitos sobre los sindicatos). Sígalo en Facebook  www.billfletcherjr.com

 

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